El lenguaje es instrumento y medio fundamental en el proceso de socialización, permitiendo la adaptación al medio y su integración, así como la adquisición de valores, creencias, opiniones, costumbres, correspondientes al contexto social de pertenencia, al tiempo que aprende a saber lo que se espera de él, qué tiene que esperar de los demás y a comportarse en cada situación.
El lenguaje oral es una función y una destreza que se aprende de forma natural, a través de una serie de intercambios con el entorno social. La adquisición del lenguaje es un proceso evolutivo que sigue su propio curso y ritmo, siendo éste diferente en cada niño. Que nuestros peques pronuncien y articulen bien los sonidos, depende, en gran medida, como cuidadores ofrezcamos unos modelos correctos de pronunciación. En el control de la articulación intervienen: el oído, la respiración, el soplo, y la capacidad de movilidad de los órganos bucofonatorios como: lengua, labios, dientes, paladar, maxilar, etc.
La estimulación del lenguaje a través del diálogo y el juego debe ser constante, sistemática y adecuada
a las características del niño y de su familia desde las etapas más tempranas del desarrollo. Nuestro objetivo primordial, es que el niño se comunique a través de: miradas, sonrisas, palabras, signos, siempre apostando por la existencia de intención comunicativa.
A continuación, les compartimos una serie de orientaciones para la estimulación del lenguaje de los peques:
• Hablar de forma clara, correcta, pausada tan a menudo como sea posible.
• No juntar ni suprimir los finales de las palabras.
• Convertir en juego la imitación provocada. Ejemplo: repite lo que yo diga.
• Evitar interrumpir el discurso para corregir la articulación.
• Corregir mediante la conversación normal.
• Evitar el uso del lenguaje infantilizado con diminutivos, o repetir las palabras incorrectas, aunque suenen graciosas.
• Respetar el progreso y ritmo comunicativo de cada niño.
• Ser flexibles y naturales.
• Permitir al niño que lleve la iniciativa comunicativa respetando sus intereses y gustos.
• Seguir la iniciativa del niño interpretando lo que nos quiere decir.
• Dedicar exclusivamente al niño un tiempo diario para realizar conjuntamente juegos, lectura de cuentos, canciones, dibujos etc.
• Observar y escuchar cómo se comunica el niño. Reforzar sus éxitos.
• No anticiparse a sus vocalizaciones, ni terminar las frases por él.
• Respetar los turnos de “palabra” así como el silencio.
• Ponerse cara a cara, frente al niño, a su altura. Utilizar un tono agradable y dulce.
• Hacer preguntas abiertas, no cerradas de si o no. Amplía sus mensajes.
• Da “la vuelta” a sus preguntas animándole a pensar y a manifestar sus opiniones. Por ejemplo: ¿por qué…? ¿A ti que te parece?
• Después de hacer una actividad interesante para el niño, como viajes, cumpleaños, excursiones… comenta con él todo lo ocurrido, háblale de ese acontecimiento, que te cuente lo que ha pasado.
• Permitir que su peque exprese sus necesidades o lo que desea y no reaccionar o proporcionar lo solicitado sin permitir que haya un esfuerzo por parte des su peque para hablar.
Juegos y actividades para el desarrollo del lenguaje de 0 a 3 años
Caras raras. El desarrollo del lenguaje en los niños surge a través de la imitación. Al poner caras raras para hacer reír a los bebés, les enseñamos las diferencias entre cara triste, alegre y miedo, entre otras. Aunque aún no saben hablar, así aprenderán rápidamente a asociar las emociones.
Busco el sonido. Juega a esconderte por algún sitio de la casa y haz un sonido fuerte (una palmada, un tamborazo o simplemente llámalo por su nombre). Te tiene que encontrar por toda la casa y cuando lo haga…. ¡Risas y alegría! Prémialo con tu cariño.
Golpes y Ritmos. En este juego se trata de que imite el número de palmas que oiga. Cambiaremos el ritmo y cada vez lo iremos haciendo más y más difícil.
¿Qué veo? En cualquier lugar puedes hacer esta actividad, dale primero pistas semánticas como «veo
una especie de planta muy grande con hojas y un tronco que se llama…»
Quiero quiero… pon a prueba a tu peque y siempre que quiera algo dale a elegir entre dos cosas.
¿Quieres un yogur o leche? De esta manera le obligamos a comunicar y señalar aquello que desea.
Equivócate. Juega a equivocarte con las palabras, si quiere leche dile que se llama pan…hazte el loco y divertido equivocándote para que el peque tenga que decirlo bien.
Canta canciones. Busca y canta canciones con tu peque. El juego consiste en escenificarlas con gestos divertidos, para que te observe, mantenga su atención e intente imitarte.
Onomatopeyas: Juega con tu peque a hacer el sonido de una onomatopeya, que es el ruido que hacen las cosas y los animales. Todo suena en casa: Una puerta (pum), el microondas (pin), la vaca (muuu)… Por lo que será un buen acercamiento hacia la fonología de nuestro idioma.
Imitar. La imitación de roles simbólicos ayudará a tu peque a ganar destrezas manipulativas y continuar aprendiendo sobre el funcionamiento del mundo a través del juego entre lo real e imaginario. Este tipo de juego permite a tu peque imitar situaciones reales, como hacer como si se peinase, hablar por teléfono o comer. Todo esto realizado con objetos que pueden o no ser exactamente los propios de esa acción.
Oigo o no oigo. Usa cualquier juguete de insertar, tu peque debe colocar una ficha en su oído y cuando
oiga un sonido hecho por ti (sin que te vea) debe echar la ficha en el juguete. Se pueden usar instrumentos musicales o la voz, entre otros.
Hacer collages con recortes de revistas e inventarse historias o cuentos.
Presentarle unas fotos o álbum y que él identifique a las personas que ve en ellas. También que cuente lo que ve.
Al ducharlo o realizar cualquier actividad nombrar todo lo que utilizamos, por ejemplo: champú, gel, esponja, agua, bañera, toalla.
Hacerlos partícipes en las tareas cotidianas, como: poner la mesa, hacer la comida, ir a la compra, ayudar a papá y mamá en sus labores.
Mirar con él cuentos y revistas, que diga los nombres de los objetos que aparecen en las imágenes.
Contarle cuentos haciéndolo partícipe, pídele ayuda en algún momento y hazle preguntas.