Hablar de lenguaje sería similar a hablar de un gran almacén de conceptos, ideas y significados que desde el momento del nacimiento los niños van almacenando y organizando como si de una biblioteca se tratara. A partir de esta biblioteca, encontramos la habilidad de escuchar, ordenar y añadir nuevas ideas (lenguaje comprensivo) o la habilidad de expresar y comunicarlas (lenguaje expresivo).
Antes de la comprensión de cuentos o historias, hay muchas otras muestras de lenguaje comprensivo que podemos llegar a trabajar con los más pequeños de la casa, como la denominación de palabras o, incluso, las onomatopeyas.
- Onomatopeyas
Cuando aún recordar palabras sea un acto complejo, siempre podremos hacer uso de palabras simples que hacen referencia a sonidos como guau-guau, miau-miau, ñam-ñam, etc. - Señalando
Con ayuda de láminas, cuentos o cualquier tipo de imagen podemos ir preguntándoles y pidiéndoles que nos señalen determinados objetos, colores o animales. Es un excelente modo de saber que vocabulario tiene ya adquirido. - Escogiendo
Ante palabras nuevas, siempre podemos proponerles que escojan entre dos opciones, una conocida y una desconocida. Por ejemplo, ‘¿Dónde está la moto?’, dando a elegir entre una moto y un coche, siendo el coche conocido y la moto un posible vocabulario nuevo. - Asociando
Con ayuda de imágenes o álbumes podemos pedirles que nos indiquen determinados conceptos, por ejemplo, ‘¿Dónde están los animales?’ o ‘¿Qué se puede comer?’ o ‘¿Qué es más grande? ‘Antes de la aparición de las palabras y las frases, hay muchas otras muestras de lenguaje expresivo que podemos llegar a trabajar, como la mirada, los gestos o los sonidos. Aquí van unas ideas para que los papás y las mamás los trabajen en casa. - Mirándolos
Siempre que nos estemos comunicando o jugando con ellos, es importante mirarlos, incluso, sería recomendable agacharnos hasta conseguir estar a su misma altura. El contacto ocular es una primera tarea imprescindible para una buena comunicación. - Gesticulando
Siempre que tengamos que explicarles algo, es recomendable que nos ayudemos de gestos con los brazos o con la expresión facial, que ellos también luego imitaran para expresarse
- Imitando sonidos
Si la imitación y repetición de palabras aún es algo complejo para ellos, también es posible jugar a imitar sonidos aislados, tanto que inicien ellos como que iniciemos nosotros. Desde una pedorreta a un balbuceo (ba-ba-ba) puede serles de gran utilidad.
Habilidades básicas para que los niños hablen:
Las 4´s:
- Intención comunicativa: aquí se evalúa que tu pequeño tenga la necesidad de comunicarse, aunque no sea con palabras, sino a través de gestos, pero importante que esta necesidad esté presente.
- Interacción social: que el pequeño volteé cuando le hables, intente saber de qué lugar se provienen los sonidos, tenga contacto visual cuando le hables.
- Imitación: hay tres tipos de imitación de palabras, imitación gestual e imitación de acciones.
- Input lingüístico: dentro de esta I se evalúa si los pequeños son capaces de seguir instrucciones, por ejemplo, si es que entiende cuando le dices “no, bájate de ahí” o “pásame el vaso”.
Actividades para estimular el lenguaje:
El instrumento:
Con ayuda de una botella de plástico y arroz o alguna legumbre, harán una sonaja, la cual deberán sellar bien para que no se caiga el material.
Una vez que tengamos listo nuestro instrumento la nanny le dirá lo siguiente al pequeño “1, 2, 3… alto, shhh” cuando la nanny diga “alto shhh”, el pequeño deberá dejar de reproducir el sonido con el instrumento, en dado caso de que no pare podemos tomar suavemente su mano y decirle “shhh”.
Con este ejercicio, el pequeño irá asociando la acción de detenerse con el sonido y el lenguaje, fomentando así su comprensión y aprendizaje de nuevas expresiones o palabras.
Al año, los pequeños tienen que ir aprendiendo las vocales, aquí algunos ejercicios para irlas trabajando:
Túneles de letras:
Unas cartulinas de colores, rotuladores y los coches que tengas en casa pueden convertirse en elementos para crear este divertido juego de túneles. Corta tiras de cartulina del mismo tamaño y crea unos arcos. Fija al suelo con un poco de cinta. Escribe en cada uno de ellos un carácter, tanto en mayúscula como en minúscula. El juego consiste en seguir un orden determinado a partir de una letra del alfabeto o en este caso, en seguir y pronunciar las vocales.
Pescar letras:
Coge un recipiente grande de plástico para crear tu piscina de letras. Con unas pequeñas pelotas de ping pong haz las vocales. Coloca dentro, junto a las bolas, algunos peces o tiburones. Da a los niños unos pequeños coladores para que puedan pescar las letras según las nombras pero con cuidado de no coger alguno de los peces o al tiburón porque, en ese caso, habrán perdido juego.
Siguiendo las pistas:
Se colocarán unas hojas con las vocales, se pegarán en la pared y los pequeños tendrán que llegar a ellas para terminar de decorarlas, pero para llegar a las letras tendrán que pasar por un tipo circuito del color de la letra.