Durante toda la infancia los peques están aprendiendo de forma continua. Muchas veces les es complicado controlar o gestionar sus emociones. Por eso, una buena forma de calmarlos cuando llegan estos momentos es con algunas técnicas de relajación para los peques.
Imaginemos una situación en la que el peque quiere hacer algo y el adulto le dice que no, que en ese momento no puede hacerlo. Al no poder controlar sus sentimientos, seguramente el peque recurrirá al llanto, ira o incluso a veces golpes como vía de escape. Si reflexionamos, a nosotros, los adultos, en ocasiones nos cuesta mantener esa estabilidad emocional y controlar nuestros enfados, ¿Cómo vamos a pensar entonces que los peques saben hacerlo?
Son cada vez más los beneficios que aporta la relajación en los peques. No todos van a responder por igual a todas las técnicas de relajación, por eso es importante probar varias y ver cuál es la que mejor se adapta a sus necesidades y al peque en sí. De todos modos, he de decir que ninguna es contraproducente, ya que todas hacen que, en mayor o menor medida, el peque aprenda a regular sus emociones.

¿Por qué los peques necesitan relajarse?
Los peques, al igual que los adultos, atraviesan periodos de su vida con más nerviosismo. Este tipo de situaciones se pueden deber a diversas circunstancias:
● Un exceso de deberes en la escuela o cansancio debido al gran número de actividades que realizan tanto en la escuela como fuera de ella.
● Falta de sueño. Puede que no duerman lo suficiente o no tengan un sueño de calidad.
● Exceso de información o de estímulos externos. Los peques actuales viven rodeados de estímulos continuos como los aparatos electrónicos. Esos estímulos, además, producen una gran cantidad de información que puede alterar a los peques.

Algunos de los beneficios de las técnicas de relajación para peques son:
● Disminuir la tensión muscular
● Aumenta la confianza y autoestima del peque
● Mejora la circulación sanguínea
● Control de sus emociones, especialmente las que producen mucha activación como el enfado
● Ayuda al peque a concentrarse
● Mejora la calidad de aprendizaje
● Reduce la ansiedad
● Logra mejorar la calidad del sueño

¿Por qué los peques necesitan relajarse?
Los peques, al igual que los adultos, atraviesan periodos de su vida con más nerviosismo. Este tipo de situaciones se pueden deber a diversas circunstancias:
● Un exceso de deberes en la escuela o cansancio debido al gran número de actividades que realizan tanto en la escuela como fuera de ella.
● Falta de sueño. Puede que no duerman lo suficiente o no tengan un sueño de calidad.
● Exceso de información o de estímulos externos. Los peques actuales viven rodeados de estímulos continuos como los aparatos electrónicos. Esos estímulos, además, producen una  gran cantidad de información que puede alterar a los peques.

Algunos de los beneficios de las técnicas de relajación para peques son:
● Disminuir la tensión muscular
● Aumenta la confianza y autoestima del peque
● Mejora la circulación sanguínea
● Control de sus emociones, especialmente las que producen mucha activación como el enfado
● Ayuda al peque a concentrarse
● Mejora la calidad de aprendizaje
● Reduce la ansiedad
● Logra mejorar la calidad del sueño

Técnicas de relajación para peques
Las técnicas de relajación las tendrás que adaptar a la edad de tu peque. Te proponemos algunas ideas:
1. Control de la respiración: controlar la forma en la que respiramos es una de las formas más sencillas de relajarse. Se trata de que enseñes a tu peque a respirar de forma consciente.
Explícale cómo deben notar de qué forma el aire entra por la nariz, llega a los pulmones y sale por la boca lentamente. Puedes comenzar con diez respiraciones lentas y profundas e ir aumentando con el paso de los días, así como combinar este con otros ejercicios de relajación.
2. Hazle un masaje: es una técnica adecuada que les ayudará a relajarse y dormir mejor. Elige una música suave, un ambiente tranquilo y con una temperatura agradable. Masajea suavemente con un poco de aceite para bebé los pies, las piernas, los brazos, el estómago, las manos, el pecho y la espalda.
3. Enséñales yoga: los peques pueden aprender a controlar su respiración, inhalando el aire por la nariz y soltándolo por la boca. Puedes comenzar por posturas sencillas e ir complicándolas en función del aprendizaje y de la edad del peque. Para esto puedes seguir los siguientes pasos:
● Busca un lugar sin ruidos.
● Extiende una colchoneta.
● Elige posturas de animales para que tus peques se diviertan

Yoga en casa con niños

4. Deja que coloreen mándalas: aprenderán a concentrarse, a controlar su cuerpo, a tener paciencia y, a la vez, reducirán el estrés. Puedes dejar que dibujen ellos los mándalas o imprimir algunos dibujos y animarlos a que los coloreen.

50 imágenes de mandalas para niños para descargar e imprimir

5. Ponles a cantar: cantar una nana a un peque es una de las formas más tradicionales de calmarles. Puedes elegir una canción sencilla y corta, controla el tono para que sea suave o incluso puedes invitarlos a que la canten contigo.

6. Bailar: es otra forma de liberar tensiones y ponerse en forma, ya que, permite expresar sentimientos y emociones por lo que puede ser una buena vía de escape para la energía que tienen los peques. Elige canciones que les gusten y baila con ellos. Además de ser una actividad divertida, seguro que crea un vínculo más fuerte con tu peque.
7. Ayúdale a tensar y destensar músculos: puedes decirles que abracen fuerte a un peluche y que luego lo suelten gradualmente, acompañando el abrazo con la respiración o puedes decir que simule ser un muñeco de nieve congelado que no puede moverse durante un ratito y, pasado ese rato, dejar que se mueva.
8. Practica la técnica del globo: consiste en que el peque imagen que es un globo, para ello tendrá que inhalar y exhalar aire como un globo, lentamente. Es otra forma de tensar y destensar los músculos para lograr una sensación de relajación.
9. Elabora un bote de la calma: es una técnica que se ha difundido bastante en los últimos años y que es bastante efectiva para peques con rabietas. Solo vas a necesitar un bote de plástico agua, colorante y brillantina de colores. Es importante que lo cierres bien para que no se salga. Cuando el peque se enfade, dale el frasco y deja que lo agite. En el momento en que la brillantina comienza a caer lentamente hacia el fondo, tu peque se irá relajando.

10. Ejercicio de la hormiga. Se trata de una técnica de respiración en la que diremos al peque que se imagine que es un animal muy pequeño como la hormiga y debe respirar como ella.
Después, el lado opuesto, debe imaginarse que es un animal grande como el león. Damos la instrucción de que la hormiguita respira lenta y profundamente, mientras que el león lo hace rápido y fuerte. Seguidamente, podemos preguntarle cuál le ha gustado más y le ha dejado más tranquilo para que, de esta forma, aprenda que la manera correcta de respirar es la de la hormiga.
11. Técnica de la tortuga: tenemos que explicar al peque que a partir de ahora se imagine que será una tortuga. Se colocará en el suelo boca abajo y le diremos que el sol está a punto de esconderse y la tortuga tiene que dormir. Por tanto, ha de encoger piernas y brazos poco a poco, muy despacio, hasta ponerlos bajo su espalda, que será el caparazón de la tortuga.
Después le diremos que ya es de día y la tortuga ha de comenzar a levantarse porque tiene que hacer un viaje, por lo tanto, ha de sacar piernas y brazos de nuevo muy despacio.
12. El robot y el muñeco de trapo. En este ejercicio damos la instrucción de que imaginen que el robot está fabricado con metal y es rígido, mientras que un muñeco de trapo es blando y flexible. Después, le decimos que debe hacer de robot de forma que sus músculos se tensen, para después imitar a un muñeco de trapo y dejar que todas sus extremidades se relajen.
13. Somos marionetas: esta técnica se basa en que se les dice que son marionetas que están siendo controlados por un marionetista, teniendo un hilo o cuerda en cada extremidad, en la espalda, y la cabeza. Se les va a ir diciendo que el marionetista va tirando de las diferentes cuerdas con el fin de que vayan haciendo diferentes gestos y acciones.
Sin embargo, pasado un rato se les dice que el marionetista es torpe y de vez en cuando deja caer una de las cuerdas, con lo que deben dejar totalmente muerta la parte del cuerpo
correspondiente durante unos segundos. Esta segunda parte se mantiene durante varios
minutos. El juego termina diciendo que al marionetista se le caen todas las cuerdas a la vez
y/o deja las marionetas, teniendo que destensar todo el cuerpo.
14. Relajación muscular progresiva de Jacobson: lo primero, pedimos al peque que se sienta en una posición cómoda y que extienda las manos sobre las rodillas. Al inicio, haremos un entrenamiento dándole la instrucción de cada parte del cuerpo.
● Debe cerrar los puños de las manos muy muy fuerte hasta sentir tensión. Después mantenerla durante 10 segundos, y relajar suavemente.
● Hombros: se encogen hasta las orejas, se mantiene la tensión durante 10 segundos, y se va liberando poco a poco…
● Cuello: se lleva al mentón del pecho y después se relaja
● Boca: se abre la boca, se extiende la lengua, y relajamos
● Respiración: inspirar profundamente durante unos segundos, y después expirar muy despacio.
● Espalda: se inclina la espalda hacia adelante, se mantiene la posición y se recupera.
● Pies: se estiran los dedos como si quisiéramos ponernos de puntillas, aguantamos y recuperamos la posición.

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