¿Por qué el bebé de repente solo quiere estar en brazos?
Durante el desarrollo físico y mental de los bebés tienen lugar distintas etapas. Una de ellas es la angustia de la separación, que consiste precisamente en eso: el bebé siente ansiedad cuando deja de ver a sus padres o cuidadores primarios porque no tiene noción del tiempo ni del espacio. Si no te ve, no estás, y es ahí donde el peque reacciona por pura cuestión de instinto y de la única forma que conoce: llorando.
Los bebés, como parte de su desarrollo natural, pasan una fase en la que su lugar favorito son los brazos de su madre, ya que, nacen en un mundo nuevo, no conocen nada, se tienen que habituar a un ritmo, y para eso necesitan a mamá. Para los bebés los brazos son una necesidad afectiva, son un abrazo, amor, cariño y caricias, son la seguridad en momentos de crisis, en definitiva, son el descanso.
Para su desarrollo intelectual y físico, como para los aspectos afectivos, el mantener esta fase lo más auténticamente posible, tiene enormes beneficios, pues, cargados sienten confianza y protección. En términos evolutivos, la cercanía física facilita la alimentación, regula la temperatura, y el bebé escucha, conoce y ve mejor a sus cuidadores.

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A la mayoría de los bebés les gusta estar en brazos, especialmente a los bebés de pocos meses. No obstante, hay bebés que reclaman más contacto físico que otros, esto depende del temperamento propio de cada uno. Así pues, algunos bebés no toleran que se les deje en la cuna o hamaca y piden estar en brazos la mayor parte del tiempo, sin embargo, el bebé que reclama constantemente que lo cojan en brazos está expresando una necesidad de afecto y protección.
Necesita que sus padres respondan a esta necesidad para poder construir su confianza en el mundo que le rodea. Por lo tanto, es importante que los cuidadores ofrezcan al bebé el afecto que éste necesita. Tomarlo en brazos, acunarlo, acariciarlo, etc. son expresiones de afecto necesarias para el desarrollo adecuado del área emocional del bebé, de su autoestima y de la seguridad en sí mismo y en su entorno.

¿Por qué en brazos está más tranquilo/a?
Básicamente porque sabe que está a salvo, además, sabe que alguien va a estar ahí para alimentarlo, consolarlo y calmarlo cuando lo necesite e intuye que no habrá ningún peligro si alguien lo tiene en brazos.

¿Pero una vez dormido/a cómo sigue sabiendo que está en brazos?
Porque todo su cuerpo, igual que el nuestro, envía señales al cerebro sobre nuestra postura y nuestro movimiento. Es decir, su cerebro es capaz de detectar el movimiento y la altura, de forma que recibe la señal de que si se mueve y encima hay altura alguien debe de estar cuidándolo. Por eso todos los bebés se calman en el coche o se duermen paseando o cuando los tenemos en brazos.

¿Por qué nada más acostarlo en la cuna o en el cochecito se despierta?
Porque el peque no sabe que alguien lo está cuidando, esto provoca que: tenga ciclos de sueño más cortos y más micro despertares al acabar cada ciclo, además la mayor parte de su sueño es ligero.

¿Qué no se recomienda hacer?
Algunas personas recomiendan dejar al bebé llorar hasta que se acostumbre a estar en la cuna, pero ésta es una forma muy poco beneficiosa para el desarrollo afectivo del bebé, ya que, se le está enseñando a resignarse a que no respondan a sus necesidades, pero todavía no puede entender por qué, también, puede ser el primer paso para que empiecen a no hacer caso a sus sensaciones y emociones o en su defecto, a anularlas.

Consecuencias de no tomar a tu bebé en brazos lo necesario
Si dejas al bebé llorar cada vez que pide brazos, estarás contribuyendo a generar en tu peque:

  • Estrés
  • Ansiedad
  • Inseguridad
  • Desconfianza
  • Falta de autoestima, confianza y apego
  • Individualismo
  • Soledad

¿Cómo desacostumbrar a un bebé a los brazos?

  • No atiendas a las primeras llamadas

Es normal que, al principio, cuando dejas a tu bebé en la hamaca solito, empiece a quejarse y llorar para llamar tu atención. Sé paciente, y espera un poco antes de cogerlo en brazos por el más mínimo llanto. Eso no quiere decir que esperes a que tu peque acabe con un berrinche tremendo, pero sí que lo dejes un poco para que se vaya acostumbrando a la nueva situación.

  • Ofréceles entretenimiento

Ofrécele a tu peque algo con lo que esté entretenido para que no llore a la primera de cambio cuando no está en tus brazos, por ejemplo: un juguete divertido, una mantita o incluso puedes animarle con música y bailando frente a él mientras haces otras actividades.

  • Déjalo explorar

A medida que los peques se van haciendo mayores, hay que dejarlos explorar su medio. Necesitan más espacio, y puede ser el momento ideal de dejarlos que gateen por casa o construirles un espacio en el que estén seguros para moverse y jugar con sus juguetes favoritos. Si el peque solo quiere brazos, tiene que acostumbrarse a otros ambientes que le motiven más, por lo tanto, cámbialo a diferentes escenarios, es decir: un rato en la sala, otro en la cama, tapete, carriola, etc. y aunque lo tengamos en un lugar es importante estar a un lado de ellos y que sientan nuestra compañía.
Poco a poco, el peque va aprendiendo que hay otras cosas más interesantes que estar siempre en brazos de los adultos, con esto, pasará de ser un niño de brazos a un peque de lo más independiente y aventurero.
Recuerda: desacostumbrar al bebé a los brazos es un aprendizaje progresivo, y no ocurre de un día para otro.

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